Saturday, November 03, 2007

Saturday, March 10, 2007

La risa

Dije algo estúpido. Puro e inofensivo en su estupidez. No me aseguré contra el débil que viera la ocasión como una buena oportunidad para salirse de foco y auspiciar mi bienvenida. Tampoco pensé en el oportuno que fuera a beneficiarse del momento por contraste de facultades, desestimando el carácter arbitrario de mi comentario y asegurándose de que se atribuyera a mi nombre.
Tras el desmedido esfuerzo físico de retener el llanto y de compartir risas de múltiples dimensiones, me juro que pensaré dos, tres, hasta cuatro veces la próxima vez, con la esperanza de que tras una serie de comportamientos nulos, la insoportable luz concéntrica irá aplacándose hasta desaparecer en otra víctima.
Entiendo que el cielo debe ser un lugar en el que la risa es exclusivamente compartida. Tan casta como esas cosas que decimos por ingenuidad y que nos condenan a algo ajeno.

Thursday, March 01, 2007

Chacun sa chimère

Sous un grand ciel gris, dans une grande plaine poudreuse, sans chemin, sans gazon, sans un chardon, sans une ortie, je rencontrai plusieurs hommes qui marchaient courbés. Chacun d’eux portait sur son dos une énorme chimère, aussi lourde qu'un sac de farine ou de charbon, ou le fourniment d’un fantassin romain. Mais la monstrueuse bête n'était pas un poids inerte ; au contraire, elle enveloppait et opprimait l’homme de ses muscles élastiques et puissants ; elle s’agrafait avec ses deux vastes griffes à la poitrine de sa monture ; et sa tête fabuleuse surmontait le front de l’homme, comme un de ces casques horribles par lesquels les anciens guerriers espéraient ajouter à la terreur de l’ennemi. Je questionnai l’un de ces hommes, et je lui demandai où ils allaient ainsi. Il me répondit qu'il n'en savait rien, ni lui, ni les autres ; mais qu'évidemment ils allaient quelque part, puisqu'ils étaient poussés par un invincible besoin de marcher. Chose curieuse à noter : aucun de ces voyageurs n'avait l’air irrité contre la bête féroce suspendue à son cou et collée à son dos ; on eût dit qu'il la considérait comme faisant partie de lui-même. Tous ces visages fatigués et sérieux ne témoignaient d’aucun désespoir ; sous la coupole spleenétique du ciel, les pieds plongés dans la poussière d’un sol aussi désolé que ce ciel, ils cheminaient avec la physionomie résignée de ceux qui sont condamnés à espérer toujours. Et le cortège passa à côté de moi et s’enfonça dans l’atmosphère de l’horizon, à l’endroit où la surface arrondie de la planète se dérobe à la curiosité du regard humain. Et pendant quelques instants je m'obstinai à vouloir comprendre ce mystère ; mais bientôt l’irrésistible indifférence s’abattit sur moi, et j'en fus plus lourdement accablé qu'ils ne l’étaient eux-mêmes par leurs écrasantes chimères.


Charles Baudelaire.

Wednesday, February 21, 2007

Simple chaste beauty...y again, ajeno.

Perdón. Me largué a escribir maldita inoportuna costumbre de los dedos marchitos Millares de ojos cansados dueños de lágrimas secas leerán este algo mío condenándolo al olvido Sentenciarán mi sintáxis se mofarán de mi estilo criticarán mi léxico y morirán en el intento. Es mi mundo el que enseño a una pared incipiente que no lee las pupilas del amor llano espinoso. A él que quiero tanto no puedo ni invitarlo a entrometerse en mis versos y probar reír y llorar. ¿cómo puedo, amor mío, exigirle a otro ser capaz o incapaz de facilitarme pluma y papel?

Victoria Bonacalza.

Sobre la Historia y la Mierda

Para mi gusto, general Sarmiento
el título, que es grande, a tí te sobra
pero, al verte subido a un monumento,

el pecho se me agita y no sozobra
porque acude en mi auxilio el pensamiento
de que es de un intendente la maniobra.

Los viles entre sí hacen aspavientos
arrojándose flores, mas a su obra
le espera en el infierno el escarmiento.

Nicolás Lagalaye.

Sunday, November 26, 2006

La era del Id.

Nos vemos enfrentados a un problema. Optemos por la inercia. Tal vez en la inacción resida la solución natural de las cosas que ocurren por naturaleza. El conflicto sólo existe mientras sea visible. Cambiemos nuestro nombre. Mientras unos pocos le atribuyan un nuevo contenido, seremos ese cambio. No somos lo únicos que hemos cambiado nuestro nombre. La vieja inercia se esconde bajo la noción de dejar fluir, la inseguridad se ha refugiado en la arrogancia, el viejo egoísmo se hace llamar libertad y la eterna soledad se oculta en multitudes. Es la era del Id, que a su vez encuentra la perfecta excusa en la modernidad. No somos los únicos que hemos simulado un cambio. Nadie tiene derecho a cavar profundo e insinuar la existencia de un problema. Nosotros teníamos un problema con un nombre y un significado. Ahora lo hemos olvidado. Nosotros nos hemos reinventado. Elegimos un rótulo y los convencimos. Nos convencieron. Mientras nadie pueda contestar con certeza a la pregunta de qué vino primero, el huevo o la gallina, nadie debe saber que este rótulo fue sólo una necesidad en su origen. Son sólo nombres, etiquetas temporarias que pueden adherirse a nuestra piel si no se las lleva con cuidado. Sólo nombres, como la numeración de las calles. Estan allí para facilitar nuestras vidas. Imaginen el caos de lo contrario. También las grandes marcas implementan este tipo de reinvención parcial. Los nuevos envases de shampoo no intentan engañar a nadie. O acaso han visto alguno que dijera “cambio radical en el contenido”? Sin embargo, luce nuevo, y por lo tanto y esencialmente, lo es. Nosotros somos lo que es percibido. Qué importa que el super yo se sofoque bajo el peso del nuevo rótulo, qué importa si nos quedamos solos con nuestro instinto insaciable. Qué importa si cuando hablamos de libertad estamos hablando de libertades ajenas. La regla moral se llama conciencia, y ésta es un poducto de la autoridad paterna, que a su vez se esconde bajo otro rótulo. La culpa es producto de la represión causada por un individuo tan confundido como nosotros, y por lo tanto es tan artificial como el lenguaje y el credo. Si todo es causa y efecto, y lo circular se oculta en lo lineal, qué importa qué vino primero. Nosotros optamos por la inacción y por las palabras. Los rótulos estan allí para amoldarse al cambio. Las sociedades cambian, el lenguaje cambia. Y estos dos pueden ser campos paralelos. El lenguaje no necesariamente cambia para auspiciar escondites. Nosotros, en fin, hemos escapado a quienes estábamos condenados a ser gracias al lenguaje; y éste a la larga nos ha proporcionado el cambio que buscábamos. Y nadie, nadie tiene derecho a cavar profundo e insinuar que en algún momento existió un problema.

Friday, November 10, 2006

Aujourd’hui, maman est morte. Ou peut-être hier, je ne sais pas. J’ai reçu un télégramme de l’asile : « Mère décédée. Enterrement demain. Sentiments distinguées. » Cela ne veut rien dire. C’était peut-être hier.

L'Étranger,
Camus.

Tuesday, October 31, 2006

Verdades

El perdón no es más que una forma del olvido. Su mayor expresión existe en el olvido voluntario.